No importa cuántos cigarrillos
aplasten el aire
o que suenen Bobby Watson
y Mary Lou Willian
en las cornetas.
Incluso si consiguiera whisky
o una cerveza caliente
no sería suficiente para acompañar
toda la tristeza que arrastra la noche.
Si llueve
por esta calle vacía
aunque las luces se reflejen en el asfalto
y algún carro oportuno
se mezcle con Sonny Rollins
no sería suficiente.
Y si la noche sigue sin importarle
sin luna
no bastará
para que esta madrugada verde
logre acompañar
lo que hay dentro de mí.