martes, 23 de septiembre de 2014

Horario de oficina (o una forma de auto-censura poco eficaz)

El futuro lo muestran
como un interminable papeleo
donde debes recaudar, sellar
y firmar.
Es la vida una cola
en la cual no importa el sol
ni los atardeceres, ni la brisa fresca
que son meros aditivos
a todo lo numérico
a todo lo real.

La imposibilidad de reír
sin un quince y último
colgarte un carnet en el cuello
bajar la cabeza
y susurrar tus miserias mientras intentas dormir.

Pero no puedes.

Ni reír, ni dormir.

Aunque creas que vives
O que vivimos.

No somos culpables
por nacer

Me autocensuro.


No somos culpables
de los hornos de cal
dónde nos consumimos.


Me autocensuro cada día más. 

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